Motos y car sharing en Madrid

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Car sharing Madrid es una realidad. La capital de España cuenta con un amplio servicio de movilidad compartida gracias a los esfuerzos que realizan tanto la Comunidad como el Ayuntamiento de Madrid por ser una ciudad eco friendly.

Por ello, imponen fuertes y restrictivas medidas al uso de vehículos. Este es el motivo principal por el que los servicios de transporte eléctrico compartido y las empresas de coches y motos sharing de Madrid están en un constante crecimiento.

El amplio servicio y la cantidad de ventajas que se ofrecen es posible gracias a empresas como Zity, Evmov, Car2Go, eCooltra, Bluemove, Avancar o Muving, que te permiten desplazarte por toda la ciudad sin emisiones y de una forma ágil.

Estas empresas son las responsables del impulso de matriculación de coches eléctricos en España y su presencia en las ciudades aumenta de forma considerable. Esto es debido a que sus flotas se incrementan y a la aparición de otros nuevos operadores.

El bajo coste y la facilidad para acceder a este tipo de vehículos, sumado a la gran cantidad de opciones disponibles y a la posibilidad de realizar una reserva con anticipación para un vehículo próximo a tu ubicación, son algunos de los beneficios del car sharing que reciben todos los usuarios que deciden recurrir a este servicio.

¿Cuáles son las principales empresas de movilidad de Madrid y sus características?

Car2Go

El grupo Daimler fue uno de los pioneros en cuanto a este concepto de movilidad en la ciudad de Madrid. Aterrizaron a comienzos de noviembre de 2015 con 350 Smart fortwo electric drive. Tan solo unos meses después, la compañía puso a disposición de los usuarios otros 150 más, es decir, a día de hoy, cuentan con 500 vehículos.

Su precio de servicio va tarificado por minutos de uso y asciende a 0,21 euros. Car2Go cuenta con 180 000 usuarios registrados y en su sitio web se ofrecen 15 euros de uso de forma gratuita, abonando 9 euros como concepto de cuota de inscripción. Es decir, esta empresa te ofrece una oferta neta y gratuita de uso de 6 euros, lo que equivaldría a unos 28 minutos de utilidad.

Emov

Lleva desde diciembre de 2016 instalada en Madrid. Su vehículo es el Citröen C-Zero de cinco puertas y cuatro plazas. Esta empresa nace como una alianza entre el grupo francés PSA (Peugeot, Citröen y Opel) y la compañía española Eysa.

A día de hoy disfruta de 600 vehículos y más de 110 000 usuarios. Esta empresa apuesta firmemente por el concepto de movilidad compartida y eso se nota en cómo ha ampliado su presencia. En su área de cobertura ya aparece incluido el distrito de Hortaleza.

Pese a que en sus inicios su precio por minuto era de 0,19 euros, ahora mismo está situado en 0,24.

Emov ofrece a sus nuevos usuarios 20 minutos de forma gratuita al utilizar un código promocional diferente para cada mes. Por tanto, si quieres disfrutar de esos 20 minutos debes entrar en su sitio web para conocer el código.

Zity

​Esta empresa está disponible desde finales de 2017 en Madrid. La iniciativa responde al acuerdo entre el grupo español de construcción y concesiones, Ferrovial Servicios, que tiene el 80 % de la explotación y el fabricante de automóviles Renault que cuenta con un 20 %.

El precio de su servicio es de 0,21 euros, al igual que Car2Go. Comenzó con una flota de 380 vehículos y esperan tener en los próximos días 500. El vehículo escogido para esta ocasión es el Renault Zoe Z.E. 40. Es un vehículo que alcanza hasta los 280 kilómetros de autonomía real, aunque su servicio cubre 75 kilómetros cuadrados, incluyendo 60 en la almendra central y 15 kilómetros en los barrios de la periferia. El coche dispone de 5 plazas.

Esta plataforma te da la posibilidad de alquilar el vehículo durante 24 horas por 55 euros.

Motos sharing Madrid otra opción de movilidad compartida

eCooltra

​Las motos también se suman al sharing en Madrid. La empresa catalana de motos sharing eCooltra aterrizó en Madrid en 2016 con una flota de 280 vehículos eléctricos.

Puedes conducir estos scooters eléctricos con el permiso de ciclomotor AM o con el carné de coche B, tienen una autonomía de 45 kilómetros y su velocidad está limitada a 45 km/h.

Su tarifa es de 0,24 euros por minuto, las motos están disponibles durante las 24 horas del día y disponen de casco para pasajero y piloto.

Esta empresa opera también en ciudades como Roma, Lisboa o Barcelona y tiene más de 100 000 usuarios en España. También ofrecen un bono de 20 minutos gratuitos para nuevos usuarios mediante el código promocional «WEB20»

Muving

​Inició sus servicios en Madrid en 2017 con 135 motos eléctricas que, a finales de año, llegaban a las 500 unidades. Las motos tienen una autonomía de 60 kilómetros con una cilindrada de 125 c.c., por lo que se necesita el carné A1 o el carné de tipo B con más de 2 años de antigüedad para poderlas conducir.

Esta empresa cubre los barrios de Hortaleza, Peñagrande, Canillejas, San Blas, Usera, el barrio de la Concepción, Mirasierra y Pinar del Rey.

Se oferta el servicio para dos pasajeros y está disponible las 24 horas diarias a un precio de 0,21 euros. Actualmente cuenta con más de 40 000 clientes.

Este servicio ofrece 30 minutos gratuitos al darse de alta como nuevo usuario con el código promocional «ALTAMUVING30».

Ioscoot

​Tiene una oferta con una flota de 200 motocicletas eléctricas como servicio de motos sharing Madrid. Su tarifa de precios oscila, en función del horario en el que utilices el servicio, entre 0,18 y 0,24 euros por minuto.

Yugo

Es el servicio más reciente en Madrid, desembarcó en febrero de 2018 con una flota de 150 ciclomotores que alcanzarán una velocidad máxima de 50 km/h. Su servicio será de 0,19 euros por minuto y contará con diversos paquetes con los que te podrás beneficiar de descuentos en el servicio: 85 euros para 500 minutos, 36 euros en 200 minutos y 19 euros para 100 minutos.

Gracias a estas acciones de las empresas car sharing Madrid, la capital está a la cabeza en Europa para el uso de transportes eléctricos compartidos, superando a ciudades como Roma o París.

 

Tarifa de la luz: ¿pagaré más si compro un coche eléctrico?

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De una forma discreta, los coches eléctricos han ido tomando nuestras carreteras. Actualmente, ya hay un porcentaje importante del parque automovilístico español conformado por estos vehículos movidos por electricidad o, al menos, híbridos, es decir, que funcionan tanto mediante esta como a través de combustibles fósiles. No en balde, si bien los coches eléctricos todavía son más caros que los tradicionales, ya cuentan con importantes subvenciones.

Y, además, al usar uno de aquellos, tienes la gratificación de estar cuidando el medio ambiente. Pero si estás pensando en adquirir un vehículo impulsado por electricidad, quizá te preguntes cuánto se incrementará tu tarifa de la luz en caso de comprarlo.

También es probable que dudes a causa de que todavía existen pocos puntos de recarga eléctrica en nuestras ciudades y carreteras. Este es un problema que está siendo subsanado poco a poco, pero requiere su tiempo. No obstante, en cualquier caso, si vives en una casa con garaje o tienes aparcamiento de tu propiedad, puedes instalar tu propio punto de recarga en él.

Vamos a analizar cuánto aumentaría, en términos aproximados, tu factura de la luz tanto en caso de adquirir un automóvil eléctrico como en el de instalar un punto de recarga.

Aumento del gasto en electricidad al comprar un coche eléctrico

En primer lugar, debes saber que, como decíamos, los coches eléctricos cuentan con una serie de ventajas. Así, la cuota del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (la famosa «viñeta») a pagar por ellos está subvencionada al 75 %. Igualmente, no pagarás el aparcamiento en la calle (el de tipo libre está destinado a desaparecer). Y, sobre todo, te librarás de pagar los caros combustibles de gasolina o diésel. Pero, a cambio, subirá tu factura de luz.

El núcleo de la cuestión es saber si todos esos ahorros compensarán tu gasto en electricidad. Aunque tienes que echar tus propias cuentas, en líneas generales te diremos que compensa bastante.

Pongamos un ejemplo concreto para aclararlo. Pensemos en un automóvil como el Nissan Leaf, que es el eléctrico más vendido en el mundo. Y supongamos que ruedas unos 40 kilómetros diarios preferentemente por ciudad para ir a tu trabajo. La autonomía de un coche de este tipo es de unos doscientos kilómetros. Por ello, estimando una utilización del mismo de 22 días laborables en el mes, necesitarías aproximadamente cuatro cargas de electricidad completas en ese periodo (40 kilómetros por 22 días dividido entre 200 kilómetros de autonomía).

En tal caso y teniendo en cuenta el precio de la electricidad, cada una de las cargas te saldría, como término medio, por unos 5,4 euros. Multiplicando estos por cuatro, tendrías un coste total de unos 20,6 euros mensuales. No obstante, quizá ruedes más. Pongamos que haces unos cien kilómetros al día durante todos los días del mes. El precio de la electricidad para recargar tu vehículo se pondría, siguiendo los números del ejemplo anterior, en 80 euros mensuales.

Sin embargo, estas cifras requieren una aclaración. Y es que pueden incrementarse o disminuir en función del tipo de tarifa de luz que tengas en tu domicilio. Como sabes, el suministro de electricidad tiene horas punta, valle y supervalle.

Esta última transcurre entre la una y las siete de la mañana, es decir, un periodo perfecto para recargar tu vehículo. Y, en este caso, la carga que antes te saldría por 5,4 euros, te costaría solamente 2,32 euros. Dicho de otra forma, y siguiendo el mismo ejemplo de rodar 100 kilómetros al día, serían solo 34,80 euros al mes.

Por su parte, en la fase valle, que abarca entre las 23 horas de la noche y la una de la madrugada, el coste sería de 2,9 euros. Es decir, 43,5 euros al mes. En resumen, hay una diferencia de 36,5 euros en función de la hora en que cargues tu vehículo.

Sin duda, es muy interesante. Pero hay un añadido a estos precios: si pretendes recargar tu coche en tu domicilio, seguramente tendrás que aumentar la potencia de luz que tienes contratada para este.

En el caso de un modelo como el citado Nissan Leaf, la potencia mínima exigida para realizar una carga normal es de 6,9 kW. Si tenemos en cuenta que la media en un hogar español es de solo 4,6, tendrías que gestionar un aumento y el coste de este se estima en unos ciento quince euros. Además, deberías instalar un punto de recarga en tu casa, lo que también conlleva gastos.

¿Cuánto cuesta instalar un punto de carga eléctrica en el garaje?

Para hacer una recarga ocasional, sirve cualquier enchufe que tenga toma de tierra. Sin embargo, como lo que pretendes es poder repostar en tu domicilio siempre, es imprescindible que instales una base mural (un wallbox) que cuenta con un conector preparado para cargar vehículos eléctricos.

Las hay de muchos precios, aunque te bastaría con una básica que tiene un coste de entre 500 y 800 euros. En suma, a la hora de ver el coste de la electricidad si compras un coche de este tipo, debes sumar todas estas cantidades.

No obstante, todo cambia si acabas de comprar una vivienda de nueva construcción y adquieres en ella plaza de aparcamiento. El Real Decreto 1053/2014 obligó a que estas tengan en sus garajes comunitarios una preinstalación para recargar automóviles eléctricos. En este caso, tan solo tendrías que derivar esta a tu plaza.

Igualmente, en los parkings de uso público, de empresas o de flotas, según la misma norma tiene que haber un punto de recarga cada 40 plazas.

A modo de resumen te diremos que, en efecto, si compras un vehículo eléctrico te subirá la tarifa de la luz de tu domicilio. Además, deberás hacer frente a los gastos derivados de instalar un punto de recarga en el garaje del mismo y a los generados por el incremento de potencia eléctrica. Sin embargo, piensa que tendrás muchos de esos costes solo una vez. Y que te ahorrarás para siempre el gasto en gasóleo o gasolina, que tienen unos precios abusivos. Además, y muy importante, estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente.

 

La smart city, la nueva ciudad del siglo XXI

Las nuevas tecnologías cada vez están más presentes en nuestra vida cotidiana, y poco a poco cada vez son más los ayuntamientos que se animan a aplicar estas tecnologías a las propias ciudades, dando lugar a las conocidas como smart city o ciudades inteligentes en español.

Ejemplos de smart cities

Una ciudad inteligente es aquella que hace uso de la tecnología para mejorar y ofrecer mejores servicios a los ciudadanos. Los conceptos relacionados con las smart cities abarcan ámbitos muy diversos. Uno en los que se está profundizando más es en la mejora de la accesibilidad para las personas con discapacidades. Por ejemplo, las personas ciegas cuentan con aplicaciones que les indican de manera auditiva el lugar exacto en el que se encuentran, así como información de utilidad sobre el entorno que les rodea (comercios cercanos y sus respectivos horarios o datos históricos en caso de encontrarse en un lugar cultural).

Aplicaciones en los aparcamientos y la movilidad urbana

Pero las ciudades inteligentes no están diseñadas pensando únicamente en los peatones, sino que también tienen la misión de facilitar la movilidad urbana mediante vehículos. Así pues, es posible conectar tecnológicamente la red de parkings locales para indicar al conductor mediante su smartphone aquellos aparcamientos cercanos con disponibilidad de plaza. Estos lugares para guardar el coche pueden incluir también facilidades para el conductor.

También es posible utilizar la tecnología para hacer más eficiente la red de carreteras, mediante una mejor conexión de los semáforos y la posibilidad de predecir el tráfico con antelación y actuar en consecuencia para evitar posibles retenciones por exceso de vehículos. Las aplicaciones de las nuevas tecnologías en este sentido son inmensas, aunque todavía quedan muchas aplicaciones por explorar y que se irán presentando en los próximos años, a medida que el concepto de ciudad inteligente se vaya globalizando y popularizando.

Las ciudades inteligentes ya son una realidad

Al hablar de ciudades inteligentes podemos pensar que se trata de un concepto abstracto y que hasta el momento no es más que una idea plasmada sobre el papel. Sin embargo, las ciudades inteligentes ya son una realidad, y en ciudades de todo el mundo podemos encontrar funcionalidades que siguen la línea de mejoras tecnológicas para modernizar la ciudad. Lógicamente, el concepto de smart city engloba más que contar con una tecnología en un lugar concreto, pero sin lugar a dudas estos primeros pasos están siendo todo un éxito.

Algunas de las principales ciudades del planeta como París, Londres, Nueva York, Washington o Berlín ya han presentado sus proyectos para crear una smart city. Por fortuna, en nuestro país también es posible encontrar municipios que se han animado a apostar por este nuevo modelo de entender la ciudad, y que aúna la historia propia de cada lugar con nuevas tecnologías que lo modernicen. A día de hoy la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) está integrada por más de 80 localidades de todo el país, y el objetivo es que esta cifra aumente en los próximos meses y que supere el centenar de inscritos, así como una mayor dispersión por todo el territorio.

El park and ride llega a Barcelona

Ya sabemos que la saturación del tráfico en las ciudades tiene un sinfín de efectos negativos para la salud de las personas que se ven expuestas a grandes niveles de contaminación. Pero a veces no tenemos otra opción que el transporte privado para llegar al centro de la ciudad. Si es tu caso, presta atención porque algunas localidades de Barcelona han empezado a utilizar el sistema park and ride, con el que los usuarios del transporte público tienen aparcamiento gratuito.

El park and ride como fórmula de aparcamiento gratuito

Park and ride es la forma en la que se conocen en muchas ciudades europeas los aparcamientos de intercambio. Se trata de un sistema que, para impulsar el uso del transporte público entre los ciudadanos, reserva una serie de plazas para que aparquen gratis los usuarios de tren, metro o autobús público, siempre que sean capaces de demostrar que han utilizado el transporte público. De esta forma, se crean una serie de bolsas de aparcamiento reservadas en exclusiva para estos ciudadanos.

Con la creación de estas bolsas se permite que los ciudadanos que vivan en zonas poco o mal comunicadas por el transporte público puedan acceder a la red de metro, autobús y cercanías de Barcelona desplazándose en su propio coche a la estación y dejando allí su vehículo. De esta forma no tienen que llegar en coche hasta el centro de la ciudad y se ahorran tener que buscar aparcamiento en Barcelona.

Cómo funciona este sistema de aparcamiento en Barcelona

La clave del sistema park and ride es una app que los usuarios se pueden bajar a su teléfono móvil. Una vez descargada la aplicación y completado el registro, el conductor puede ir en su coche particular hasta estos intercambiadores y aparcar en una de las plazas reservadas a los usuarios del sistema park and ride. En las estaciones se han instalado una serie de máquinas validadoras en las que puede acreditarse que ha utilizado el tren, ahorrándose el pago del estacionamiento. Finalmente, se indica en la app que el viaje se ha acabado y la plaza queda libre.

Tras unas semanas en fase de pruebas, el sistema está ya disponible y ofrece el servicios de lunes a viernes, desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche, coincidiendo con las horas en las que los usuarios tienen tren. Para evitar la picaresca, los conductores que no sean usuarios de este sistema tienen prohibido el estacionamiento en las plazas reservadas al sistema park and ride. Si aparcas en ellas pero luego no utilizas el transporte públicos pueden multarte.

Los responsables de este proyecto han localizado unas 6000 plazas de aparcamiento próximas a estaciones y el objetivo es utilizar 1500 de ellas para el park and ride. Sant Joan Despí (41 plazas) y Castelldefels (unas 100) son los dos municipios donde se ha estrenado este proyecto, que poco a poco se irá ampliando. También puedes encontrar zonas park and ride junto a la Ciudad de la Justicia de l’Hospitalet, en los barrios al este del Besòs -entre el Fòrum y Sant Andreu, junto a La Sagrera- o en Sarrià, cerca del monasterio de Pedralbes.

Ciudades más sostenibles gracias al parking para bicicletas

El transporte en las grandes ciudades continúa evolucionando hacia una movilidad sostenible que cuide el medio ambiente, sobre todo, en materia de reducir las emisiones contaminantes que afectan a la atmósfera. Por ese principal motivo, pero también por otros, el uso de la bici es cada vez más habitual. Debido a ello las autoridades y empresas prestadoras de servicios de alquiler instalan cada vez más parkings para bicicletas en ciertos puntos. Fomentar el uso de la bicicleta al tiempo que se ofrecen unos aparcabicis cómodos y seguros es una necesidad en auge.

Una movilidad sostenible traducida en la bici

Los aglomeraciones de coches y otros vehículos motorizados tienen un peso muy importante en el desplazamiento por la ciudad con todo lo que ello conlleva: la ingente cantidad de tráfico y su regulación, los accidentes, la emisión de gases e incluso los problemas en zonas muy peatonales.

En las grandes urbes como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia se han implantado desde hace tiempo medidas para mejorar algunos de esos aspectos. Así, nacieron proyectos con la bici como protagonista en políticas de movilidad urbana que intentaban reducir el número de coches y aumentar el de un medio saludable, tanto para las personas como para el planeta.

Tales iniciativas son ya una realidad que muchos ciudadanos aprovechan porque, además, se ahorran bastante en desplazamientos. Los carriles bici proliferaron al compás de los parking para bicicletas y la comodidad de su uso supone un gran beneficio.

Parking para bicicletas en casi todas las ciudades

Pero no solo hablamos de las ciudades más pobladas… casi todas las ciudades han apostado por un transporte sostenible. En Vitoria, por ejemplo, hay instalados estacionamientos cerrados y controlados mediante una app móvil. Los usuarios que usen el servicio pueden dejar con total seguridad la bicicleta atendiendo a cuatro tipos de tarifas mensuales o diarias.

Gracias a estos aparcamientos públicos localizados cada tantos metros, el ciudadano puede desplazarse a donde quiera con la posibilidad de aparcar sin la preocupación de que le roben el vehículo. Pero para ello es necesario disponer de un garaje adecuado.

En Murcia existe el sistema MuyBici, puesto en marcha por el ayuntamiento de la capital. Su objetivo es cubrir los pequeños trayectos de los murcianos por la ciudad. Se basa en los beneficios de la sostenibilidad, la rapidez, sufrir menos atascos con el consecuente estrés y por supuesto, fomentar la actividad física. A diferencia del caso anterior, aquí el problema con los actos de vandalismo en ciertas estaciones, ya que no están cerradas y son menos seguras. Por eso, invertir en un parking para bicicletas en un recinto cubierto es una magnifica opción de evitar esos lamentables sucesos.

 

En cualquier caso el parking para bicicletas es una necesidad en auge para aquellos que están interesados en utilizar la bicicleta de forma frecuente pero no disponen de espacio para tenerla en casa o prefieren ahorrarse problemas de aparcamiento. Existen diferentes modalidades del servicio. Dependiendo del uso que le des al vehículo y distancia que vayas a recorrer lo ideal sería un bono. Otras opciones son el pago por utilización ocasional de una plaza de parking para bicicletas o depositar una tarifa fija al mes.

Rentabiliza tu aparcamiento

Y si ya te has pasado a la bici quizás tengas una plaza de garaje a la que te gustaría sacarle más provecho. Lo más habitual es ponerla a disposición de otras personas que puedan utilizarla a cambio de un alquiler…. Y porqué no, una buena posibilidad podría ser para estacionamiento de bicis, aunque por un precio menor que el que sacarías por un coche. En caso de que apenas le saques rentabilidad a tu plaza porque ya no la usas y no te apetezca alquilarla otra alternativa es venderla.

 

La bicicleta eléctrica u otras alternativas ecológicas

El incremento de la movilidad sostenible va enfocado a la creación de ciudades que fomenten el uso del transporte público y, a ser posible, eléctrico. En este sentido hay que tener en cuenta que para muchas personas los desplazamientos largos son un reto físico, por eso están proliferando las bicis y otros aparatos de desplazamiento que funcionan con electricidad.

Pequeños vehículos, bicicletas e incluso plataformas de dos ruedas estilo Segway son cada vez más frecuentes en las calles. En trayectos cortos son ideales, pero el problema se deriva de la recarga en viajes más duraderos. Instalar puntos donde aparcar y alimentar las baterías sigue siendo un reto, aunque en las grandes urbes ya existen los primeros puestos.

Reducir el tráfico contaminante al tiempo que se crean vías seguras para ciclistas y peatones con medios ecológicos será cuestión de años porque el futuro del planeta está en juego.

La compleja gestión de los aparcamientos en las ciudades

Una buena gestión del aparcamiento de vehículos tiene efectos positivos en nuestras ciudades y en nuestra calidad de vida. Del mismo modo, una mala gestión o la ausencia de cualquier tipo de gestión tiene consecuencias negativas. Afortunadamente los dirigentes de las principales áreas metropolitanas españolas están por la labor de superar la alta dependencia del automóvil y poco a poco están priorizando modos de transporte activos y sostenibles. Pero seamos realistas, más que una apuesta decidida por el transporte público, lo que prima es dificultar el uso del vehículo privado para que el usuario prefiera el transporte público.

Aumenta el transporte público y también el coche privado

Las últimas estadísticas del INE parecen confirma la tendencia, más de 399,7 millones de pasajeros utilizaron el transporte público en enero, un 5,7% más que en el mismo mes del año 2017. Y la percepción acompaña, junto al uso del transporte público parece cada vez más aceptado el hecho de caminar, desplazarse en bicicleta y usar cada vez menos el coche.

Pero ojo, porque las cifras también nos muestran que aumentan las matriculaciones de turismos en España…. Este mes de marzo crecieron un 2,05% respecto al mes de marzo de 2017. Y en los últimos doce meses se han vendido 1.267.331 automóviles particulares, un 8,37%, más que el año anterior.

Son dos tendencias que parecen contrapuestas, el aumento del uso del transporte público y el aumento de las matriculaciones de vehículos privados. Podrían explicarse por el aumento de la capacidad adquisitiva y del consumo tras años de crisis, por el aumento de la población en las áreas urbanas, y por la desconfianza que se tiene en las políticas de transporte.

La sensación general es que no nos fiamos del transporte público como una alternativa viable.  Viajamos más en transporte público pero no dejamos de comprar coches.  En consecuencia las ciudades siguen teniendo un grave problema de estacionamiento.

Las políticas de aparcamiento en nuestras ciudades

Las políticas municipales suelen abordar el problema del aparcamiento con diversos enfoques. Lo más convencional es imponer unas dotaciones mínimas de aparcamientos. Son las normativas que exigen un mínimo de plazas de aparcamiento por cada tantos m2 edificables. Es una forma de planificar que genera un exceso de aparcamientos y con costes elevados que acaban recayendo en los ciudadanos.

Un segundo enfoque se centra en la gestión de los aparcamientos en superficie con las herramientas de que disponen los gestores municipales. Lo más habitual es regular los periodos de estacionamiento y los precios para administrar efectivamente la demanda en las diferentes horas y días de la semana para cada calle de la ciudad.

La planificación que se hace del problema del aparcamiento repercutirá directamente en la sostenibilidad de la ciudad. Si no se regula el aparcamiento y se permite aparcar gratuitamente se estará incentivando al uso del coche particular.  Al conductor promedio si no se lo pones difícil escogerá siempre su propio coche. Algunos estudios relacionan la accesibilidad al aparcamiento privado como un factor que triplica la probabilidad de poseer un automóvil. Por el contrario cuanto más lejos está el parking de nuestro destino menos nos apetecerá ir con nuestro propio coche.  Los manuales de políticas de movilidad lo tienen claro, hay que desincentivar la comodidad.

En ese sentido, si se trata de no estimular el uso del vehículo particular, afortunadamente en nuestras ciudades hace años que se regula el aparcamiento en superficie  y se implantan aparcamientos disuasorios en las afueras. Pero aunque se apueste por combatir la comodidad que supone desplazarse en el automóvil particular, no todo puede ser  base de poner trabas a su uso. La prioridad debería ser competir con un excelente transporte público.

Para que las ciudades evolucionen hacia un sistema de movilidad más sostenible tendríamos que centrarnos en el pensamiento a largo plazo y no solo de mejora de los actuales modos de transporte. En segundo lugar lo que parece un auténtico reto, conseguir que el transporte público se imponga al vehículo privado sin necesidad de poner impedimentos a su uso. Algunas de las principales ciudades occidentales son laboratorios de movilidad donde se ensayan diferentes caminos para resolver el desafío.

 

 

 

Instala un punto de recarga en tu garaje

Hoy día un vehículo eléctrico no es cosa del futuro, sino del presente, y en España ya hay más de 40 modelos diferentes. A pesar de ello, todavía son muchas las personas que se preguntan cómo pueden instalar un punto de recarga en su garaje, ya que no es algo tan habitual como debería ni los precios son tan competitivos como querrían los usuarios.

¿Puedes recargar tu vehículo aunque no tengas garaje?

Si no tienes garaje, como suele ser habitual en las grandes ciudades, antes de comprar un coche eléctrico te surge la pregunta, ¿dónde lo recargo?

La realidad en España, a día de hoy, no facilita que puedas adquirir un vehículo 100 % eléctrico, híbrido enchufable o eléctrico de autonomía extendida si no dispones de un garaje donde poder instalar el punto de recarga. La primera opción para solventar esto es adquirir una plaza de garaje.

Algunos de los gestores de carga ya ofrecen la opción de instalar un punto de recarga en la vía pública para un usuario, pero no es algo sencillo debido a la burocracia que conlleva. Por su parte, la gestora también exige un contrato y un bono de recarga para cada mes.

En países más avanzados, como Noruega, el vehículo eléctrico se está implantando con gran celeridad, debido a que en cada plaza de aparcamiento en la vía pública hay puntos de recarga. La complejidad no radica solo en la instalación, que no es tanta, sino en que deben ser operativos.

En nuestro país se ha aprobado un real decreto para regular los gestores de carga y que, de este modo, los centros comerciales, empresas, hoteles o incluso tú mismo puedas ceder tu plaza para instalar puntos de recarga para este tipo de coches.

o es recomendable recargar de forma rápida el vehículo por varias razones, la primera porque sale más caro y la segunda porque la batería alcanza una temperatura bastante alta. Esto hace que se deteriore de forma más rápida, que no es algo muy preocupante pero se debe tener en cuenta.

Por estas razones es conveniente que, si tienes un coche eléctrico, tengas un garaje con punto de recarga.

¿Cómo instalar un punto de recarga en tu garaje?

Si eres de las personas que residen en una vivienda unifamiliar, seguramente en tu garaje habrá algún enchufe. En caso de que vivas en una finca con un garaje comunitario, lo habitual es que no haya ningún tipo de enchufe, o que si lo hay sea propiedad de la comunidad.

Con un enchufe convencional puedes recargar tu coche de forma ocasional, solo debes tener en cuenta que la toma de tierra de la instalación esté correctamente instalada.

Para cumplir con las normativas, en este caso con la ITC BT-52, se debe tener un circuito exclusivo de recarga que no supere los 9.2 kW de potencia.

Pero si quieres recargar a mayor velocidad deberías instalar una base mural o wallbox, que dispone de un conector específico para recargar los coches eléctricos. Se puede instalar un cable con una sección mayor, con mayor suministro eléctrico y de mayor potencia, que ofrece la posibilidad de integración y comunicación en una red inteligente, más conocida como smartgrids.

Los costes son relativamente económicos, ya que pueden oscilar entre los 0 euros en caso de que ya dispongas de un enchufe en tu cochera particular, y los 500 u 800 euros si decides instalar un wallbox. Si te decantases por una base mural de recarga más sofisticada, el precio aumentaría.

Viviendas de nueva construcción

En caso de residir en un edificio recientemente construido, en el Real Decreto 1053/2014 se pone de manifiesto que en los garajes comunitarios debe existir una preinstalación con la que poder realizar recargas en los vehículos eléctricos. De este modo la derivación necesaria a cada plaza se hará de una forma más sencilla.

En los aparcamientos nuevos de oficinas, de uso público, flotas e incluso empresas es de obligatorio cumplimiento que cada 40 plazas haya una estación de recarga.

Plaza de garaje comunitario

Para instalar un punto de recarga tan solo se ha de informar a la comunidad, ya que desde la última modificación de la Ley de Propiedad Horizontal no es necesario someterlo a la aprobación por parte de la junta de propietarios. Por tanto, con informar por escrito al Presidente o administrador del edificio y guardar una copia de dicho documento con fecha y firma o sello para poderlo justificar, es suficiente.

Una vez informada la comunidad, el siguiente paso es contactar con un instalador electricista autorizado para que efectúe tal instalación, adecuándose al REBT y garantizando en todo momento la seguridad y la calidad de la instalación. Para ello se utiliza un sistema de protección contra posibles sobretensiones o contactos indirectos.

Lo normal sería que se hiciese una derivación de tu instalación eléctrica hasta la plaza de garaje para, de ese modo, poder aprovechar el mismo contrato eléctrico que te suministra en tu casa.

Llegados a este punto tendrás que decidir:  puedes utilizar el propio contador del suministro o realizarlo a través del cuadro general de mando y protección de tu casa.

Si utilizas la primera opción, la ventaja que obtienes es que al estar todo situado en la planta cero o en el sótano, la distancia a recorrer no es mucha, por lo que el coste de la instalación será más asequible. Aunque eso sí, necesitarás un contador electrónico o digital.

Si finalmente te decantas por la segunda opción, tendrás un control sobre la línea del circuito desde tu propia casa, ya que tendrías instalado el diferencial y hasta un pequeño contador o programador. El mayor inconveniente es que a mayor altura, más metros de cable necesitarás para llegar a tu vivienda y por tanto será más caro.

Para un punto de recarga lenta, en principio no se necesitaría realizar un segundo contrato, ahorrando de esta manera todos los costes que eso acarrearía, aunque sí podría hacerse si así lo precisases. En cualquier caso, antes de modificar tu instalación es conveniente que te asegures de las características del nuevo vehículo antes de adquirirlo.

El precio que suele rondar la realización de esta instalación puede oscilar entre los 1.000 y los 1.600 euros.

Instalación desde el propio contador del garaje comunitario

Se dan muchos casos en los que el usuario tiene la vivienda en una ubicación y busca una plaza de garaje en un lugar diferente. En estos casos, o cuando no se puede realizar la derivación por problemas técnicos, se puede hacer una derivación eléctrica desde el propio contador del garaje.

La instalación no se verá modificada con la derivación desde el contador individual, aunque será necesario un segundo contador en la derivación para que no sea la comunidad de propietarios la que asuma ese gasto de tu punto de recarga.

En este caso, la comunidad además de ser informada debe aprobarlo.

Nuevo suministro

En este caso se contrata un nuevo suministro que lleva su propio contador y, por supuesto, su coste fijo correspondiente. Esta solución es, sin duda, la más cara, puesto que te obliga a abonar dos contratos con sus dos correspondientes facturaciones.

Se nos presentan dos formas diferentes de realizarlo:

– A través de un gestor de carga donde es él mismo el que costea la instalación y paga a la compañía por el suministro y consumo. Es decir, es una empresa que oficialmente puede revender electricidad para recargar coches eléctricos. Tu solo abonarías de forma mensual lo estipulado en vuestro contrato. Se suelen poder contratar tarifas planas o bonos.

– La otra opción es que el suministro sea una instalación troncal y sirva para varios puntos de recarga. De ese contador principal se derivarían tantos contadores como puntos de recarga fueran necesarios. Esta solución se antoja como la más adecuada en aquellos garajes donde se necesiten varios puntos o que disten de las viviendas habituales de los usuarios.

 

¿Qué complejidad tiene la instalación para la recarga de un vehículo eléctrico?

En aquellos edificios o comunidades que no dispongan de una preinstalación, la complejidad de la misma depende de las condiciones del edificio.

El primer factor a tener en cuenta es que los costes de instalación deber correr por cuenta de la persona que precisa el punto de recarga, y que no debe dañar los elementos o las instalaciones comunes del edificio. Si esto sucediese habrías de hacerte cargo, algo totalmente lógico y comprensible.

La instalación es simple, ya que únicamente ha de llevarse un cable hasta la plaza de garaje, aunque la mayor dificultad está en hacerlo llegar hasta ella. Dependiendo del tipo de construcción se podrán aprovechar los falsos techos, pero si no se pudiesen utilizar las instalaciones existentes o no existieran, lo más económico es que los cables se queden vistos. No suele haber ningún problema estético en un garaje, y es más cómodo que realizar obras de albañilería.

En la plaza de garaje se coloca un cuadro de mando, un diferencial y la base mural de carga que más se adecúe a tu vehículo.​

Conclusión

Siempre vas a encontrar la mejor solución para poner un punto de recarga en tu garaje comunitario, y cada vez hay más empresas que se ocupan de ofrecerte las mayores comodidades. Esto es debido a que la demanda de coches eléctricos está en aumento.

¿Por qué triunfa el Car Sharing? El coche compartido ha llegado para quedarse

Pese a que la utilización de coches compartidos, también conocido como car sharing, todavía no sea una fuente de ingresos estable, no hay que perderla de vista, ya que es un negocio que está en pleno auge.

¿Qué es el car sharing?

Es un novedoso sistema que te permite alquilar un coche durante un periodo de tiempo previamente concretado, ya sean minutos, horas o incluso días.

​La mayor ventaja que ofrece este sistema de alquiler de coches está en el aparcamiento, ya que no has de devolverlo a su misma base tras su uso, pudiendo escoger la que te quede más cerca de tu destino. Análogamente al alquiler de bicicletas en grandes municipios, estos vehículos tienen una distribución muy similar.

Este servicio se ha implantado en las dos grandes ciudades españolas por excelencia, Madrid y Barcelona, y la siguiente programada para su inauguración será Valencia. El principal escollo que tiene este negocio para su implementación es que necesita de una gran colaboración con los ayuntamientos para que se puedan aparcar los vehículos en zonas públicas sin ningún tipo de problema.

Una vez que descubras este servicio y comiences a ponerlo en marcha ya no necesitarás buscar un garaje cerca de la oficina.

¿Qué tipos de coches están disponibles y cómo se pueden alquilar?

Mediante una aplicación móvil y de forma realmente sencilla e intuitiva podrás conocer a la perfección lo que te supone el coste de este servicio como usuario, con un precio marcado por minuto. La utilización de esta app es totalmente libre, ya que para utilizarla no debes realizar ningún tipo de contrato ni pagar una tarifa mínima.

Los coches que puedes encontrar de forma más habitual son de dos plazas tipo SmartForTwo, aunque con el incremento de la demanda se van a introducir también ForFour para este tipo de servicios, ya que cuentan con 4 plazas y ofrecen mayor versatilidad.

Un ejemplo de vehículo de movilidad compartida

En caso de ciudades como Stuttgart, cuyo gobierno está muy comprometido con la utilización de coches eléctricos, utilizan un vehículo de movilidad compartida 100 % eléctrico en todas los modelos. Por supuesto, para que esto pueda darse de esta manera, es preciso que la ciudad tenga la infraestructura adecuada.

Ventajas para los usuarios

Veamos más detenidamente las ventajas que aporta este servicio para sus usuarios:

– Supone un gran avance y un gran complemento a los servicios de transporte publico. Es capaz de llegar donde estos se complican, ya sea debido a los tediosos transbordos o a las horas nocturnas o fines de semana, que son los momentos en los que el transporte público reduce su plantilla.

– La adquisición de este servicio se realiza a través de una app, lo que resulta muy cómodo para el usuario.

– En caso de utilizarse coches eléctricos, la energía para el funcionamiento está costeada.

– Para cualquier tipo de vehículo de movilidad compartida, tanto el seguro a todo riesgo como el mantenimiento o el estacionamiento están totalmente cubiertos.

– Esta ventaja no es solo para los usuarios sino para todo el mundo, ya que cada coche que se utiliza en car sharing viene a reemplazar a casi 10 coches privados, por lo que tiene gran repercusión medioambiental respecto a la calidad del aire.

Marcas que apuestan por este sistema de aparcamiento en España

Algunas de las marcas que apuestan firmemente por este sistema son:

– Europcar.

– Car2Go, de la empresa Daimler.

– Seat, que ha adquirido la empresa Respiro para poder incorporarse a este negocio.

– Zity, de las marcas Renault y Ferrovial.

– Bluemovil Avancar, que trabajan junto a Hyundai España.

– Emov, de Peugeot y Eysa

– Y, por último, la cooperación entre Kia y Repsol para Wible.

Como mencionábamos anteriormente, las normativas municipales que rigen cada ciudad son diferentes; así, mientras en Madrid se permite dejar y coger el coche en cualquier lado, en Barcelona no ocurre lo mismo. La legislación de esta ciudad obliga a que haya que acudir a un parking para poder usarlo, por lo que si estás pensando en vender tu plaza puedes aprovecharlo. Si te preguntas qué tipo de personas pueden estar interesadas en ello, no te preocupes, existen distintos tipos de inversores para comprarlas.

Los datos recogidos hasta ahora nos ofrecen unos resultados muy buenos. Existen actualmente más de 50 000 personas que utilizan este servicio y el perfil de usuarios es, principalmente, de jóvenes entre 24 y 45 años. Las previsiones dicen que para el próximo año 2019 el proyecto empezará a ofrecer síntomas de rentabilidad.

¿Cuáles son los precios de este servicio?

Por ejemplo, en Emov son conscientes del reto que supone implantar este tipo de servicio, pero confían ciegamente en que con un coste de 24 céntimos por minuto y a pesar de la incipiente competencia, puedan comenzar a obtener rentabilidad en un corto plazo de tiempo.

Los miembros de Car2Go satisfacen en Madrid a más de 196 000 usuarios por 21 céntimos al minuto. Operan actualmente en 26 ciudades de todo el mundo.

Se derivan tres tipos de modelos de negocio

Todos aquellos usuarios que realicen con su utilitario menos de 15 000 kilómetros anuales son los principales clientes potenciales de este nuevo servicio. Podemos diferenciar 3 tipos de modalidades de alquiler:

– El intraurbano o también llamado de corta distancia, que es uno de los más habituales y en el que alquilas el coche por minutos. Algunas de las empresas que actúan bajo esta modalidad son Uber, Car2Go, Emov, Zity o Cabify.

– El flexible o de media distancia, en el que puedes alquilar el coche por unas horas o incluso unos días. Pueden destacarse empresas como Respiro, Bluemoce o Avancar.

– El interurbano o de larga distancia, que se usa de manera habitual para compartir gastos. La empresa más conocida en esta forma de viajar es Bla Bla Car.

Conclusión

La economía colaborativa triunfa de nuevo, ahora con el sector del automóvil. Con el car sharing igual no te hace falta comprar un coche nuevo, puedes alquilarlo durante un periodo de tiempo, desde minutos hasta días. Por si eso fuera poco supone un gran avance y un gran complemento a los servicios de transporte público. Es un gran aliado de la movilidad urbana: Cada coche que se utiliza en car sharing viene a reemplazar a casi 10 coches privados. Dos de las mayores potencias mundiales, Estados Unidos y Alemania, lideran este mercado, que reclama mayor apoyo por parte de los distintos niveles en la Administración pública para su implantación.

Workplace Charging: Tesla recarga tu coche eléctrico mientras trabajas

Tras el éxito de sus anteriores programas de carga, Tesla lanza ahora su programa de carga en el lugar de trabajo, Workplace Charging, para instalar cargadores en los aparcamientos de las empresas de forma gratuita.

A medida que la flota Tesla continúa creciendo se hace más necesario disponer de suficientes puntos de carga para satisfacer la necesidad de sus clientes. La idea es que puedan recargar su vehículo eléctrico allí donde se estacionen. La mayoría de personas cubren sus necesidades cargando el coche eléctrico por la noche en su propio garaje. Es lo ideal,  pero la realidad es que eso sólo sirve para quien tiene su propia casa,  no para quienes viven en edificios y aparcan en garajes comunitarios. Ese es el motivo que impulsa a Tesla a desarrollar nuevos programas como el Workplace Charging o programa de de carga en el trabajo

Tesla proporcionará a las empresas estaciones de carga diseñadas para que sus empleados puedan cargar sus vehículos eléctricos. Está pensado sólo para los trabajadores de esa empresa y no para una flota más amplia, por ese motivo no aparecerán en el sistema de navegación a bordo de los vehículos Tesla.

Las empresas interesadas podrán presentar una solicitud en la página web de Tesla, aunque de momento solo pueden hacerlo empresas de Estados Unidos. Algún día lo veremos aquí y podremos cargar nuestro coche eléctrico mientras estamos en la oficina.

Los programas de carga de Tesla

El programa Workplace Charging de Tesla se unirá a los programas de carga que ya tiene la empresa para dar el máximo de facilidades a sus clientes y que estos puedan acceder a suficientes cargadores cuando están fuera de su casa. Es destacable lo excepcionalmente rápido que crecen estas redes, algo necesario para su modelo de negocio. Su estrategia facilita el desarrollo de estas redes ya que Tesla cubre el costo de los puntos de carga mientras que los propietarios solo cubren el costo de la electricidad consumida.

Uno de ellos es el programa de carga en destino que proporciona estaciones de carga a empresas destinadas al ocio tipo restaurantes, centros comerciales, hoteles, clubs de golf o casinos. La red de carga en destino ya se está extendiendo también por Europa y Asia

También cuenta con la red de supercargadores en carretera, supercharger, es la red de carga rápida más extensa del mundo y está situada en las principales carreteras y autopistas permitiendo recargar el vehículo en un tiempo sorprendentemente rápido. Bastan unos minutos, el tiempo justo para hacer un alto en el camino y descansar antes de seguir con el viaje. Para comprobar lo rápido que recarga las baterías solo hay que compararla con la red de cargadores en destino que precisa de una hora para recargar 100 kilómetros de autonomía.

Con su nueva red de Carga en el Lugar de Trabajo, Workplace Charging, Tesla sigue ampliando sus puntos de carga y crece como empresa a base de invertir en el cliente y darle facilidades. Al mismo tiempo con las redes de carga ayuda a derrumbar una de las barreras que dificulta la llegada del coche eléctrico, la del miedo a quedarse tirado.

Los 6 Principales Conflictos de la movilidad Urbana

Conflictos-de-la-movilidad-Urbana

Conflictos-de-la-movilidad-Urbana

Nuestro modelo de vida y desplazamiento en las ciudades está dominado por el uso indiscriminado del automóvil, aunque curiosamente en ellas  no circulaban coches hace apenas cien años. Los coches realmente nunca fueron necesarios en las ciudades, en su origen no eran considerados un modo de transporte sino una forma de divertirse, un símbolo de libertad y de poder. Sin embargo el coche acabo imponiéndose en el siglo XX y hoy es responsable de los conflictos de la movilidad urbana.

Ahora la mayoría de ciudades reconocen el error y tratan de enmendarlo con políticas de movilidad urbana que limiten su uso. El tráfico de vehículos motorizados tiene grandes consecuencias negativas en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas. Esos solo son los principales conflictos de la movilidad urbana pero no los únicos:

La contaminación atmosférica

De todos los conflictos de la movilidad urbana el más visible es la contaminación atmosférica que produce el transporte. En España una tercera parte  de las emisiones del sector del transporte se corresponden con el tráfico urbano lo que contribuye a deteriorar la calidad del aire de las ciudades y tiene efectos desastrosos cobre la salud de las personas.

Las partículas finas que se encuentran en el aire urbano y respiramos causan según la Organización Mundial de la Salud (OMS) unas 350.000 muertes anuales en Europa, 16.000 de ellas en España. Esto es especialmente grave para los que padecen enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas, niños y embarazadas.

La contaminación acústica: El ruido

El ruido es también una forma de contaminación y en las ciudades su principal causante es la circulación de vehículos privados. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el ruido es un problema de primer orden. Y es que aunque parezca increíble es la principal amenaza para nuestra salud,  causante del 36% de los factores por los que enfermamos  de dolencias cardiovasculares, hipertensión, ictus o depresión.

El ruido proviene del propio coche (motor, aire acondicionado y escape), del rozamiento de los neumáticos en las calles y del viento.  Las políticas de movilidad urbana lo intentan combatir limitando la velocidad, restringiendo el acceso a zonas céntricas, implantando pavimentos que absorben el ruido o con la delimitación de zonas sensibles a la contaminación acústica.

El elevado consumo energético

El transporte es el principal consumidor de energía en España (43%) y en el resto de países de la unión europea (33%). En España el transporte es el responsable de casi la mitad de la energía que consumimos y de esa energía un 15% correspondería al transporte particular, el que hacemos con nuestros propios coches. De hecho si consideramos la energía necesaria para fabricar y mantener los vehículos la demanda de energía es aproximadamente el 50% de la que consumimos en España. Además el 100% de esa energía proviene de combustibles derivados del petróleo, un recurso no renovable.

Accidentes y Seguridad

Aunque no nos lo parezca es más probable sufrir un accidente en ciudad que en carretera. En la UE dos de cada tres accidentes y una de cada tres víctimas de producen en el ámbito urbano. En España hay menos accidentes que en la media europea pero por el contrario hay un mayor número de víctimas. Pero el gran drama es otro, la mayoría de los heridos y fallecidos son los peatones y ciclistas. El atropello de peatones suele ser la primera causa de muerte por accidentes de tráfico en las ciudades.

La Congestión del tráfico

Es un problema cotidiano en nuestras ciudades y trae consigo elevados costes, ya que incrementa los conflictos de la movilidad urbana anteriores: contaminación, calidad de vida, ruido y un mayor consumo de petróleo. Sin olvidar el tiempo que nos roban los atascos: Según el RACC el equivalente a 7 días laborables al año, sin olvidarnos del cansancio y estrés que nos genera esa pérdida de tiempo.

Las políticas de movilidad urbana tratan de luchar contra la congestión del tráfico aplicando soluciones que reduzcan la dependencia del vehículo privado y  fomentando el uso del transporte público.

Ocupación del Espacio Público y Efecto barrera

La ocupación de las calles por tanto vehículo circulando y aparcando tiene también repercusiones psicológicas en nuestra salud. La movilidad urbana de vehículos limita el uso de las calles como algo más que vías de transporte, quitándonos a los peatones su uso para otras funciones. Se trata de un reparto poco equitativo del espacio público: los estudios hablan de un 70% del espacio público ocupado por los automóviles, y un 80-90% de ese tiempo están estacionados, eso significa que algo más de 20 horas diarias del uso de las calles se resta a otras funciones urbanas para desaprovecharlo con coches aparcados .

Cuando las calles son anchas se produce además un efecto barrera que interrumpe la movilidad de las personas. En el caso extremo de autopistas, rondas o vías ferroviarias los peatones no pueden atravesarlas. Pero incluso en el caso de avenidas o calles de varios carriles por sentido en las que tenemos semáforos que regulen el tráfico y nos permitan cruzarlas, el efecto psicológico de barrera sigue estando presente.

movilidad urbana

Por un modelo de movilidad urbana sostenible

En definitiva, el modelo actual basado en el transporte privado presenta numerosos conflictos de movilidad urbana incompatibles con el deseado desarrollo sostenible. Repercute negativamente en nuestra salud, en nuestra calidad de vida, en nuestro medio ambiente y además depende del petróleo, un  recurso energéticos no renovable.