Instala un punto de recarga en tu garaje

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Hoy día un vehículo eléctrico no es cosa del futuro, sino del presente, y en España ya hay más de 40 modelos diferentes. A pesar de ello, todavía son muchas las personas que se preguntan cómo pueden instalar un punto de recarga en su garaje, ya que no es algo tan habitual como debería ni los precios son tan competitivos como querrían los usuarios.

¿Puedes recargar tu vehículo aunque no tengas garaje?

Si no tienes garaje, como suele ser habitual en las grandes ciudades, antes de comprar un coche eléctrico te surge la pregunta, ¿dónde lo recargo?

La realidad en España, a día de hoy, no facilita que puedas adquirir un vehículo 100 % eléctrico, híbrido enchufable o eléctrico de autonomía extendida si no dispones de un garaje donde poder instalar el punto de recarga. La primera opción para solventar esto es adquirir una plaza de garaje.

Algunos de los gestores de carga ya ofrecen la opción de instalar un punto de recarga en la vía pública para un usuario, pero no es algo sencillo debido a la burocracia que conlleva. Por su parte, la gestora también exige un contrato y un bono de recarga para cada mes.

En países más avanzados, como Noruega, el vehículo eléctrico se está implantando con gran celeridad, debido a que en cada plaza de aparcamiento en la vía pública hay puntos de recarga. La complejidad no radica solo en la instalación, que no es tanta, sino en que deben ser operativos.

En nuestro país se ha aprobado un real decreto para regular los gestores de carga y que, de este modo, los centros comerciales, empresas, hoteles o incluso tú mismo puedas ceder tu plaza para instalar puntos de recarga para este tipo de coches.

o es recomendable recargar de forma rápida el vehículo por varias razones, la primera porque sale más caro y la segunda porque la batería alcanza una temperatura bastante alta. Esto hace que se deteriore de forma más rápida, que no es algo muy preocupante pero se debe tener en cuenta.

Por estas razones es conveniente que, si tienes un coche eléctrico, tengas un garaje con punto de recarga.

¿Cómo instalar un punto de recarga en tu garaje?

Si eres de las personas que residen en una vivienda unifamiliar, seguramente en tu garaje habrá algún enchufe. En caso de que vivas en una finca con un garaje comunitario, lo habitual es que no haya ningún tipo de enchufe, o que si lo hay sea propiedad de la comunidad.

Con un enchufe convencional puedes recargar tu coche de forma ocasional, solo debes tener en cuenta que la toma de tierra de la instalación esté correctamente instalada.

Para cumplir con las normativas, en este caso con la ITC BT-52, se debe tener un circuito exclusivo de recarga que no supere los 9.2 kW de potencia.

Pero si quieres recargar a mayor velocidad deberías instalar una base mural o wallbox, que dispone de un conector específico para recargar los coches eléctricos. Se puede instalar un cable con una sección mayor, con mayor suministro eléctrico y de mayor potencia, que ofrece la posibilidad de integración y comunicación en una red inteligente, más conocida como smartgrids.

Los costes son relativamente económicos, ya que pueden oscilar entre los 0 euros en caso de que ya dispongas de un enchufe en tu cochera particular, y los 500 u 800 euros si decides instalar un wallbox. Si te decantases por una base mural de recarga más sofisticada, el precio aumentaría.

Viviendas de nueva construcción

En caso de residir en un edificio recientemente construido, en el Real Decreto 1053/2014 se pone de manifiesto que en los garajes comunitarios debe existir una preinstalación con la que poder realizar recargas en los vehículos eléctricos. De este modo la derivación necesaria a cada plaza se hará de una forma más sencilla.

En los aparcamientos nuevos de oficinas, de uso público, flotas e incluso empresas es de obligatorio cumplimiento que cada 40 plazas haya una estación de recarga.

Plaza de garaje comunitario

Para instalar un punto de recarga tan solo se ha de informar a la comunidad, ya que desde la última modificación de la Ley de Propiedad Horizontal no es necesario someterlo a la aprobación por parte de la junta de propietarios. Por tanto, con informar por escrito al Presidente o administrador del edificio y guardar una copia de dicho documento con fecha y firma o sello para poderlo justificar, es suficiente.

Una vez informada la comunidad, el siguiente paso es contactar con un instalador electricista autorizado para que efectúe tal instalación, adecuándose al REBT y garantizando en todo momento la seguridad y la calidad de la instalación. Para ello se utiliza un sistema de protección contra posibles sobretensiones o contactos indirectos.

Lo normal sería que se hiciese una derivación de tu instalación eléctrica hasta la plaza de garaje para, de ese modo, poder aprovechar el mismo contrato eléctrico que te suministra en tu casa.

Llegados a este punto tendrás que decidir:  puedes utilizar el propio contador del suministro o realizarlo a través del cuadro general de mando y protección de tu casa.

Si utilizas la primera opción, la ventaja que obtienes es que al estar todo situado en la planta cero o en el sótano, la distancia a recorrer no es mucha, por lo que el coste de la instalación será más asequible. Aunque eso sí, necesitarás un contador electrónico o digital.

Si finalmente te decantas por la segunda opción, tendrás un control sobre la línea del circuito desde tu propia casa, ya que tendrías instalado el diferencial y hasta un pequeño contador o programador. El mayor inconveniente es que a mayor altura, más metros de cable necesitarás para llegar a tu vivienda y por tanto será más caro.

Para un punto de recarga lenta, en principio no se necesitaría realizar un segundo contrato, ahorrando de esta manera todos los costes que eso acarrearía, aunque sí podría hacerse si así lo precisases. En cualquier caso, antes de modificar tu instalación es conveniente que te asegures de las características del nuevo vehículo antes de adquirirlo.

El precio que suele rondar la realización de esta instalación puede oscilar entre los 1.000 y los 1.600 euros.

Instalación desde el propio contador del garaje comunitario

Se dan muchos casos en los que el usuario tiene la vivienda en una ubicación y busca una plaza de garaje en un lugar diferente. En estos casos, o cuando no se puede realizar la derivación por problemas técnicos, se puede hacer una derivación eléctrica desde el propio contador del garaje.

La instalación no se verá modificada con la derivación desde el contador individual, aunque será necesario un segundo contador en la derivación para que no sea la comunidad de propietarios la que asuma ese gasto de tu punto de recarga.

En este caso, la comunidad además de ser informada debe aprobarlo.

Nuevo suministro

En este caso se contrata un nuevo suministro que lleva su propio contador y, por supuesto, su coste fijo correspondiente. Esta solución es, sin duda, la más cara, puesto que te obliga a abonar dos contratos con sus dos correspondientes facturaciones.

Se nos presentan dos formas diferentes de realizarlo:

– A través de un gestor de carga donde es él mismo el que costea la instalación y paga a la compañía por el suministro y consumo. Es decir, es una empresa que oficialmente puede revender electricidad para recargar coches eléctricos. Tu solo abonarías de forma mensual lo estipulado en vuestro contrato. Se suelen poder contratar tarifas planas o bonos.

– La otra opción es que el suministro sea una instalación troncal y sirva para varios puntos de recarga. De ese contador principal se derivarían tantos contadores como puntos de recarga fueran necesarios. Esta solución se antoja como la más adecuada en aquellos garajes donde se necesiten varios puntos o que disten de las viviendas habituales de los usuarios.

 

¿Qué complejidad tiene la instalación para la recarga de un vehículo eléctrico?

En aquellos edificios o comunidades que no dispongan de una preinstalación, la complejidad de la misma depende de las condiciones del edificio.

El primer factor a tener en cuenta es que los costes de instalación deber correr por cuenta de la persona que precisa el punto de recarga, y que no debe dañar los elementos o las instalaciones comunes del edificio. Si esto sucediese habrías de hacerte cargo, algo totalmente lógico y comprensible.

La instalación es simple, ya que únicamente ha de llevarse un cable hasta la plaza de garaje, aunque la mayor dificultad está en hacerlo llegar hasta ella. Dependiendo del tipo de construcción se podrán aprovechar los falsos techos, pero si no se pudiesen utilizar las instalaciones existentes o no existieran, lo más económico es que los cables se queden vistos. No suele haber ningún problema estético en un garaje, y es más cómodo que realizar obras de albañilería.

En la plaza de garaje se coloca un cuadro de mando, un diferencial y la base mural de carga que más se adecúe a tu vehículo.​

Conclusión

Siempre vas a encontrar la mejor solución para poner un punto de recarga en tu garaje comunitario, y cada vez hay más empresas que se ocupan de ofrecerte las mayores comodidades. Esto es debido a que la demanda de coches eléctricos está en aumento.

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